viernes, 20 de septiembre de 2013

Los restos de los trenes del 11-M, abandonados y al alcance de todos en una fábrica abandonada de Villaverde en Madrid (que.es)

Hace algo más de un año conocimos que existían unos restos de los trenes de los atentados del 11-M que eran desconocidos hasta ese momento. Se encontraban en una fábrica ferroviaria del distrito de Villaverde, que se encargó de ponerlos a buen recaudo con vigilancia privada incluso. La Guardia Civil precintó la caseta donde estaban y los puso a disposición de la Fiscalía. Hoy la fábrica está abandonada pero los restos del 11-M siguen allí y ahora al alcance de cualquiera que quiera o pueda llevárselos. Que.es lo ha comprobado en persona. "Ven, pasa conmigo a ver el grafiti que he hecho, que vas a flipar". Lo primero que me encuentro al llegar a Tafesa, en el madrileño distrito de Villaverde, es a dos niños colándose en la fábrica abandonada para 'fardar' de grafiti. No son los primeros ni los últimos. En la verja de la entrada principal hay un agujero para entrar pero los jóvenes grafiteros que me hacen de guía son más prácticos: abren la puerta y pasan. Así de simple. La empresa, que ocupa una gran superficie y tiene una decena de módulos y gigantescas naves, está totalmente abandonada desde hace algunas semanas. Tafesa se dedicaba a fabricar y reparar material ferroviario y remolques terrestres. Cientos de metros cuadrados hasta donde los grafiteros con los que he pasado ya no llegan. Tafesa esconde al fondo su particular tesoro, ahora también abandonado. Tras andar más de un centenar de metros llegamos a él. Una caseta destartalada que dentro alberga los únicos restos que existen de los trenes del 11-M. La caseta estaba precintada por la Guardia Civil. "Efectos a disposición de la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Madrid. Diligencias de Investigación nº 73/2012. Grupo de Información de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid Sector Escultores nº 10, 28760 Tres Cantos (Madrid)". Así rezan los carteles que están en la caseta. Dicha estructura está ya abierta. Dentro, los restos de los trenes, en concreto de uno de los de dos plantas. Se trata de un vagón despiezado, su carrocería. Se pueden ver perfectamente los bajos, los laterales con las ventanas, los colores rojo y blanco del tren... Y están ahí, al alcance de cualquiera que quiera o pueda llevárselos. Los restos se descubrieron en febrero de 2012. Por aquél entonces la empresa estaba funcionando e incluso había un vigilante las 24 horas que impedía que nadie se acercara a los restos. Decenas de periodistas acudieron al lugar del hallazgo a intentar ver el contenido de esa caseta y las asociaciones de víctimas pidieron que esos restos se mantuvieran a buen recaudo. Así fue... hasta ahora. El precinto de la Guardia Civil está roto y la caseta abierta. La empresa fue la encargada hace ya más de 9 años de reparar uno de los trenes afectados, en concreto el de Santa Eugenia, y se quedó con esas piezas que al parecer el juez que investigaba el caso ignoraba su existencia. que.es